‘NOS MORDIÓ LA VACA’. ARTÍCULO DE OPINIÓN

Por: Luis Fernando León M.

Lamentablemente en nuestro país los derechos de los animales no han sido reconocidos por los gobiernos municipales, departamentales y mucho menos los nacionales. Es de arrepentirse que en Colombia aún existan corridas de toros, (una fiesta de tortura de estos bóvidos), y más aún financiadas o patrocinadas por las alcaldías municipales. Aunque en muchas zonas esta práctica ya se ha abolido, aún nos falta mucha más educación, porque no nos digamos mentiras, si no soy conciente del daño que hago al agredir a un animal, pues estoy siendo más animal yo, por ende, falta de educación.

Otro de los casos son la falta de gestión en Cali y los mandatarios del Valle en la salida de los vehículos de tracción animal, es decir, carretilleros o ‘zorras’ como las llaman en Bogotá. Se que sólo el decreto nacional ordena a los municipios de primera categoría hacer dicha sustitución, pero por Dios, esto es más cuestión de conciencia que de ordenamiento nacional. La semana pasada se pronunció la Alcaldía de Cali afirmando que se le trasladó el plazo que tenían sólo hasta el 31 de enero a ocho meses más, es decir, hasta el 31 de septiembre de este año, y lo peor es que ya antes le habían solicitado al Ministerio de transporte la prorroga de 1 año, ¿Cuándo pase este plazo qué? ¿Pedirán otro?

Por último, sin desconocer que en la ciudad hay muchos, es el caso que ocurrió en menos de dos semanas en el sector de Brisas de los Álamos en donde han sido envenenados más de 22 mascotas, 15 perros y 7 gatos. Según las investigaciones, todo parece indicar que hay unas personas que están dejando, en el suelo cercano a las residencias, comida con alguna clase de veneno y al momento que los dueños sacan a pasearlos ellos lo ingieren, lo que termina en ese triste final. Nos falta mucho compromiso con los animales, debemos protegerlos, y a los legisladores deben pensar menos en lo económico y más a favor de estas criaturas porque la verdad fue que nos cogió el tiempo, ya es hora de hacerlo y estamos quedados, es decir, ‘nos mordió la vaca’.