Luego del asesinato de su esposo comenzó esta pesadilla.
En un verdadero martirio se ha convertido la vida de la docente Lina Marcela Castro Castrillón, desde cuando hace siete meses le asesinaron a su esposo en esta ciudad.
De 30 años y madre de dos hijos, la profesora no ha tenido un día de tranquilidad desde el 24 de abril pasado, cuando los sicarios acabaron con la vida del comerciante Andrey Calambás López, quien era estudiante de Derecho de la Universidad Santiago de Cali.
Lina Marcela, ante el asedio permanente de desconocidos que la amenazan con matarla si no se va de Jamundí, debió abandonar sus estudios universitarios de Contaduría Pública y retirar a sus dos pequeños hijos del colegio.
“Hay confusión tras confusión. Las cosas eran normales pero ahora, de un momento a otro, aparecen personajes extraños a mi casa a hacer preguntas y a reiterar sus amenazas, dice la docente amenazada quien le suplicó a las autoridades y al Estado colombiano salvaguardar su vida y la de sus hijos, pues durante los últimos siete meses ha debido deambular entre Santander de Quilichao, Medellín y Jamundí.
Según ella, las razones de las amenazas no las conoce pero que la Fiscalía le ha dicho que todo parece coincidir con un caso de persecución hasta acabar con la vida de ella y de sus hijos. Por lo tanto, lo único que le recomiendan es salir del país para huirle a la muerte.
