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lunes, 15 de abril de 2013

20 INSTRUCTORES PARA LA CASA DE LA CULTURA. Informe Especial


¡LA NUEVA ERA!
En la primera semana de junio comienza la anunciada remodelación y terminación del edificio de la sede cultural, que según el Ministerio de Cultura, será junto con la de Tuluá, una de las más modernas del Valle.

3.200 millones de pesos es la cifra aprobada por el Ministerio de Cultura para readecuar y culminar las obras de la Casa de la Cultura
Por: Carlos Eduardo Osorio

Otra vez el ánimo y el entusiasmo se filtraron por los rincones de la Casa de la Cultura de Jamundí. No era para menos: Después de 15 meses de larga y angustiosa espera, la administración municipal contrató a 20 instructores en distintas áreas, con lo cual la edificación volverá a concentrar a decenas de niños, jóvenes y adultos que veían casi frustrados sus sueños de involucrarse en alguna actividad artística o cultural.

Para los innumerables padres de familia que con persistencia indagaban cada semana por la apertura de cursos para sus hijos, los anuncios colgados a la entrada de la sede cultural, ubicada en pleno parque principal Bajo Palacé, les trajo el esperado alivio: “Cursos de música, pintura, danza, escultura, artes plásticas y teatro”.

José Rubio, director.
Los más felices con la noticia son el director de la Casa de la Cultura, José Rubio, y el director de la Escuela de Música, Juan Carlos Sierra, quienes hasta se sorprendieron con la llegada de dos secretarias para agilizar los trámites de inscripción de los nuevos alumnos. La noticia ha vuelto a hacer sonreír hasta los incrédulos, máxime cuando la primera semana de junio, de acuerdo con el cronograma del Ministerio de Cultura, comenzarán las obras de readecuación y terminación del edificio, proyecto para el cual el gobierno nacional dispuso una partida de 3.200 millones de pesos. Mientras se adelantan los trabajos y debido a que la Casa de la Cultura debe ser desocupada, se manejarán tres escenarios culturales: Cinco parques, cinco casetas comunales que actuarán como filiales y las seis instituciones educativas más grandes del perímetro urbano (Litecom, Central, Simón Bolívar, España, Villegas y Manuel Beltrán, informa el director José Rubio. Hoy se rinde un nuevo homenaje a otros talentos de la Casa de la Cultura de Jamundí

SANTIAGO GÓMEZ VILLOTA, PRÓXIMO POLICÍA MUSICAL
Su talento es magistral. Interpreta la guitarra como alumno aventajado. Tiene bordadas sus dotes musicales, pero a Santiago Gómez Villota, de 10 años y estudiante de quinto de primaria en la  institución educativa Rosalía Mafla, nadie le cree cuando repite hasta el cansancio que su futuro profesional, además de la música, es vestir el uniforme de policía. Esa meta la tiene bien definida: “tacaré en el tiempo libre, porque como policía tengo que ayudar a que la ciudad esté tranquila”. Desde hace un año está vinculado a la Casa de la Cultura, “donde me siento bien, relajado, haciendo lo que el profe Juan Carlos me manda”. La dedicación ha sido completa en el aprendizaje de gramática musical y tuvo la oportunidad de participar en un reciente concurso de música colombiana.

JUAN PABLO REYES VIBRA CON LA MÚSICA Y EL BAILE DE LA U.
Está convencido de que la música es su profesión y su estilo de vida. Para consolidar esa meta, y con 18 años de edad,  Juan Pablo Reyes comenzó el segundo semestre de música y baile en la Universidad del Valle. Para el joven universitario, la música se convirtió en su pasión después de que llegó a la Casa de la Cultura, “a mi segundo hogar”,  en el año 2003. “La música está en todas partes, la disfruto escuchándola y también practicándola, y me gusta desde muy niño”, dice.

En la entidad cultural tuvo como profesores a Juan Carlos Sierra, actual director de la Escuela de Música; Reynaldo Cuenca, en trompeta, y Karen Restrepo, en flauta. Aunque su objetivo inmediato es continuar los estudios musicales, con un grupo de amigos conformó la pequeña banda “Euforia”, en la cual hacen sus prácticas con riguroso entusiasmo. La juventud la vive a diario y por eso su mensaje es claro: “Si en realidad a los jóvenes les gusta un arte, pues no deben dudar en practicarlo, porque será una pasión, un disfrute y se le puede sacar bastante provecho”.

DANIEL ALEJANDRO CRUZ Y SU COMPAÑERA LA GUITARRA
Tiene 9 años, hace dos se vinculó a la Casa de la Cultura, estudia cuarto de primaria en la institución educativa Pablo VI y fuera de los cuadernos, la guitarra se ha convertido en su acompañante inseparable. Daniel Alejandro Cruz pertenece a la Escuela de Música y los visitantes y compañeros de clase no pueden evitar el entusiasmo que impregna al escucharlo interpretar temas como “Pueblito viejo” o “Pájaro campana”.
Su padre, Jorge Cruz, también estudiante de guitarra, es su aliado principal. “Él me enseña a leer las partituras, cinco días a la semana”, afirma. Anhela que niños como él, que comienzan a vivir, “no se vayan a dedicar a los vicios, que estudien y que aprendan un instrumento, de pronto un piano”, que lo imiten, porque “quiero ser un gran músico y dar muchos conciertos”.

JORGE CRUZ: DE PADRE ACOMPAÑANTE A MÚSICO
Hace tiempo había estudiado música en el colegio Francisco Antonio Rada, de Morales (Cauca). Ahora, con el compromiso de acompañar a su pequeño hijo Daniel Alejandro, todas las tardes en la Casa de la Cultura, también comenzó a tomar clases de guitarra. Ahora ensayan juntos, casi a diario, aunque a él le gusta más la música en inglés. Mientras Daniel Alejandro “puntea”, Jorge trata de cantar sus melodías preferidas, mientras la esposa y madre les acepta la rutina porque dice que también le gusta la música.

Sostiene que como en Jamundí hay mucha desocupación, la Casa de la Cultura se ha convertido en una buena opción para practicar actividades sanas, en forma gratuita, “aunque no hay suficientes monitores pero con los pocos que trabajan se puede sacar a los muchachos a hacer algo productivo y convertirlos en profesionales”. Acompañado de niños y jóvenes en la tarea de ayudar a hacer cultura, cree que la juventud “debe sacar espacio para el arte, como una forma de ayudar a abrir el alma y la mente para recibir educación, así no dediquen toda su vida a la música”.

CRISTIAN DAVID HUILA SÓLO SABE DE MARIMBA
En la Casa de la Cultura las decenas de alumnos que estudian música se sienten orgullosos de interpretar un instrumento, de cuerda o de viento. Sin embargo, para Cristian David Huila Aguirre, de 15 años, es un honor dedicarse por completo al arte de la percusión por intermedio de la marimba, porque son escasos los alumnos en esa disciplina musical en Jamundí. Por eso debió reforzar sus estudios en Incolballet. “La marimba es un instrumento muy bonito y su sonido me llena de alegría en los momentos en que estoy deprimido”, dice. 

Tiene proyectado convertirse en marimbero profesional y estudiar folclor del Pacífico en la Universidad del Valle o en el Instituto Popular de Cultura (IPC). Recuerda que llegó a la Casa de la Cultura en el momento oportuno, cuando el profesor Albert necesitaba la marimba (de su propiedad), para completar el grupo musical. Asegura que la institución necesita más maestros para reforzar las distintas áreas culturales y dice que “la juventud debe apoyar la mayoría del tiempo en actividades como la cultura, la música, para que no se vaya por otros caminos sino ayudar a embellecer los talentos y destacar más el potencial artístico de Jamundí”.

1 comentario:

DAICE SANCHEZ ROA dijo...

FELICITACIONES SEÑOR DIRECTOR
CASA DE LA CULTURA .
DE LA DIFUSION Y APOYO A LAS DIVERSAS MANIFESTACIONES CULTURALES DEPENDE EL EXITO DE TODO ESPACIO CULTURAL.