Los habitantes del barrio Riveras del Rosario
se encuentran muy contentos por la culminación del jarillon que fue construido
a orillas del zanjón del mismo nombre, que en la pasada temporada
invernal inundado sus casas, ocasionando
que perdieran todos sus enseres.
Este Jarillón no solo fue construido para
evitar que el agua entrara, sino que también fue acondicionado como
sendero para que los habitantes de este
sector disfruten del lugar, conjugando el ambiente urbanístico con la
naturaleza que rodea el entorno del lugar.
Aunque esta obra tuvo un retraso de casi un
año, por fin sus moradores ya no tendrán que preocuparse de una nueva
inundación.
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