La misma tierra que la vio nacer la vio partir.
Por Juan Carlos Rivera
A sus 103 años, Natalia Lourido Salazar dejó un gran legado en la tradición
jamundeña, la muñeca de pan, que por muchos años fue de tradición en las
familias este municipio.
La tradición consistía en hacer una muñeca de pan seguidamente en un ritual
litúrgico se bautizaba y posteriormente se repartía entre los asistentes. En el
mes de marzo se le realizó el homenaje a esta bella mujer por su aporte a la
cultura de la villa de Ampudia. Sin embargo, el pasado lunes 17 de julio tomó
su último aliento y partió hacia la eternidad a las 11:20 de la mañana, en la
clínica Nuestra Señora del Rosario en Cali.
Esta valerosa mujer nació en el corregimiento de Potrerito, el 10 de mayo
de 1909, en el callejón de las hermanas de la visitación. Se caso con don ramón
Salazar Figueroa, quien también falleció a los 98 años. No sólo dejó un gran
legado sino también una numerosa familia, 15 hijos y cinco generaciones más,
las cuales tuvo la alegría de ver y compartir. “Recordamos a Natalia como una
mujer física y espiritualmente linda, discreta, amorosa y sensible; se
distinguía por su suavidad en el trato con los demás” afirmó uno de sus
familiares.
No perdió la alegría de vivir y el sentido del humor ni en los momentos más
difíciles de su vida. Fue una madre y una abuela amorosa y consagrada; con sus
amigos fue fiel y solidaria. Sus familiares y amigos le dieron el último adiós
a la mujer que le dio una gran tradición
a Jamundí. “El bautizo de la muñeca de pan”
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