Artículo de opinión
Por Luis Fernando León Marín
Twitter: @leonluisfer
Cuando llegue al mundo, me maraville con tan armoniosa y esplendorosa
vida de rey que obtuve, dormía todo el tiempo, me daban de comer, no tenía que
caminar, lloraba cuando quisiera, mantenían pendiente de mí, mejor dicho
imagine una vida en un paraíso.
Sin embargo pasaron algunos años y tuve que empezar a caminar, a tomar mi biberón solo, de todas formas aún me cargaban y mantenían pendiente de mí. Seguían pasando los años y nuestra vida de rey se iba convirtiendo en una “escuela de guerreros”. Debí asistir al colegio y aquí fue donde adquirí mi primera “responsabilidad” que no era más que una “tortura legal”, (las tareas). Pasaba y pasaba el tiempo y cada vez disminuían tus espacios, pues ya no solo debes pensar en tu colegio, si no en el oficio de tu casa, en madrugar, y si vamos años mucho después debes pensar en tu nuevo hogar, el dinero que debes aportar para tu familia, los gastos que antes eran tuyos pero te los subsidiaban, ahora siguen siendo tuyos pero los debes asumir tú.
Cuando en el artículo digo “guerreros” hago alusión a una vida llena de responsabilidades a la que estamos aprendiendo a llevarla y es necesario aprenderla. Todo esto es debido a una sola cosa: “El capitalismo”, pero en fin este no es el tema. Cuando nací, me imagine que todo iba a hacer perfecto, que no iba a tener tropiezos y mucho menos que debía adquirir tantas responsabilidades juntas; pero gracias a estas es que me he convertido en lo que soy un hombre responsable.
Nunca pienses que si se te atraviesa una piedra en tu camino, es porque no debes continuar o debes desistir, más bien dale una patada y sácala de tu presente para que no continúe en tú futuro y así aprendas a sobrepasar todos los obstáculos que se te presenten en la vida. Y es cierto, la vida está llena de pruebas, ten en cuenta que éstas no son en vano. Por eso yo ya aprendí ahora es tu turno.
Sin embargo pasaron algunos años y tuve que empezar a caminar, a tomar mi biberón solo, de todas formas aún me cargaban y mantenían pendiente de mí. Seguían pasando los años y nuestra vida de rey se iba convirtiendo en una “escuela de guerreros”. Debí asistir al colegio y aquí fue donde adquirí mi primera “responsabilidad” que no era más que una “tortura legal”, (las tareas). Pasaba y pasaba el tiempo y cada vez disminuían tus espacios, pues ya no solo debes pensar en tu colegio, si no en el oficio de tu casa, en madrugar, y si vamos años mucho después debes pensar en tu nuevo hogar, el dinero que debes aportar para tu familia, los gastos que antes eran tuyos pero te los subsidiaban, ahora siguen siendo tuyos pero los debes asumir tú.
Cuando en el artículo digo “guerreros” hago alusión a una vida llena de responsabilidades a la que estamos aprendiendo a llevarla y es necesario aprenderla. Todo esto es debido a una sola cosa: “El capitalismo”, pero en fin este no es el tema. Cuando nací, me imagine que todo iba a hacer perfecto, que no iba a tener tropiezos y mucho menos que debía adquirir tantas responsabilidades juntas; pero gracias a estas es que me he convertido en lo que soy un hombre responsable.
Nunca pienses que si se te atraviesa una piedra en tu camino, es porque no debes continuar o debes desistir, más bien dale una patada y sácala de tu presente para que no continúe en tú futuro y así aprendas a sobrepasar todos los obstáculos que se te presenten en la vida. Y es cierto, la vida está llena de pruebas, ten en cuenta que éstas no son en vano. Por eso yo ya aprendí ahora es tu turno.
1 comentario:
Y espero, sinceramente, que continúes aprendiendo de la vida y de las personas hasta que llegue el momento de aprender a morir.
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