El
caso ocurrido en el barrio Amigos 2000 en Jamundí fue uno de los tantos que me
motivó a escribir esta columna. Hoy quiero hacer una carta abierta a toda la
población jamundeña.
Nuestro
municipio hoy sufre una violencia que ha acabado con la vida de muchos jóvenes
y en ocasiones con la vida de inocentes como en el caso de José Raúl Perezgues,
que fue asesinado la semana pasada. Somos muchos los que nos está doliendo esta
situación, porque en Jamundí somos más la gente buena que los malos, pero a
veces creo que aceptamos que eso ocurra o nos da igual porque no es nuestro
familiar y no debería ser así.
Cuando
pasa un hecho violento lo primero que se escucha es: ¿Hasta cuándo? y le echan
la culpa a la policía y al alcalde, y muchas veces hasta llegan a decir: “por
algo lo habrán matado”. Sin embargo yo quiero decirles que no nos hagamos a un
lado frente a estos hechos, busquemos iniciativas para que los jóvenes
prefieran hacer deporte y no empuñar un arma, seamos parte del cambio, el dolor
ajeno también debe ser el nuestro, nadie está exento de que le pase, ¿cuántos
muertos deben pasar más para que hagamos algo? Y a los violentos les pido por
favor que sus guerras las mantengan alejadas de las personas de bien que solo
queremos las cosas buenas.
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