EL JUEGO PARA LA MÚSICA
Debido a la noticia de la remodelación de la
Casa de la Cultura de Jamundí, Papel Periódico continúa exaltando la labor de
algunos jamundeños de este centro cultural.
Por:
Carlos Eduardo Osorio
Es considerado un inventor. Ha creado
instrumentos lúdicos didácticos y pedagógicos, musicales y de ciencia, que
Dimas Carabalí Viáfara considera una galería de arte única en su especie, con
reconocimiento y asombro nacional. “Al ver la rigidez de muchas metodologías
para la enseñanza de la música, Dios me iluminó con una metodología práctica a
través del juego”, dice este jamundeño que en la Casa de la Cultura es
felicitado constantemente por su creación de instrumentos geniales.
Los
inventos
“Siendo la música el lenguaje universal por
excelencia entonces se inventó “Carpetono”, para conocer el arte de combinar
notas, para construir acordes perfectos, tonos y círculos armónicos”, sostiene.
Tiene el “Triq Acorde”, un instrumento que inspirado en el juego del triqui
(alineación de tres fichas), más los acordes (alineación de tres notas), da
como resultado la combinación perfecta de las siete notas musicales.
Lleva 18 años de investigación. Siente
frustración porque ha recibido poco apoyo y “ha habido subvaloración a un proyecto
de tanta trascendencia”. Pero también satisfacciones por la acogida en escuelas
y colegios, por haber sido invitado al Foro Nacional de la Calidad, por el
reconocimiento que le hizo el Ministerio de Educación (aunque nunca le giraron
un solo peso), y en la Cámara de Comercio
de Cali fue exaltado como hombre de visión mundial. “Mi invento está
expuesto a la crítica o a la admiración, es un proyecto de vida a futuro. Mi
última creación es el “Botellivalero”, para ayudar a los niños a sumar y
multiplicar, con excelentes resultados”, sostiene.
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