DIVAS QUE SE DEJARON IMPRESIONAR POR NARCOTRÁFICANTES

CONOZCA LOS CASOS MÁS SONADOS

La captura de alias ‘el indio’ en Brasil con Sara Builes reabrió las historias de las reconocidas modelos que han estado vinculadas con los ‘capos’.

Por: Luis Fernando León M.

Nuevamente se abre las historias de las mujeres que hacen parte del reconocido grupo que hemos denominado las ‘divas del narcotráfico’ por haber pertenecido o haberse casado con reconocidos ‘capos’ en Colombia luego de ser reconocidas modelos en el país. Esta vez se vuelve a hablar de ellas por la reciente detención de John Freddy Manco Torres, alias ‘El Indio’, pues la modelo Sara Builes fue pieza clave para este arresto en Brasil.

Virginia Vallejo

Los casos

En Colombia existen innumerables reinados de belleza que son la vitrina de muchas mujeres a nivel internacional y nacional para ser personas de éxito y/o llegar a ostentar una buena posición en la ‘farándula criolla’. Sin embargo dichos certámenes han sido permeados por la mafia. Ellas casi siempre aspiran a la función de relacionistas, como Virginia Vallejo lo hizo con Pablo Escobar, o como la exreina Martha Lucía Echeverry actuó con su marido Miguel Rodríguez Orejuela. O lo hacen como apoyos en el mundo financiero, al estilo de Luz Adriana Ruiz, la exreina que se casó con Pastor Perafán. Algunas que han sido fichadas han sido también las modelos Natalia París y las exreinas Maribel Gutiérrez Tinoco o Liliana Lozano.

La del capo de Cali

Quizás uno de los primeros casos fue el de Martha Lucía Echeverry, quien en 1974 se convirtió señorita Colombia. Se dejó seducir por Miguel Rodríguez Orejuela, capo del Cartel de Cali, cuando empezó a trabajar como relacionista pública del equipo de fútbol América de Cali, del cual eran socios los hermanos Rodríguez Orejuela.

Otros casos

Maribel Gutiérrez

Uno de los casos que más ha impactado en el Reinado Nacional de la Belleza fue el de Maribel Gutiérrez Tinoco, coronada Señorita Colombia en 1990. Gutiérrez renunció al título para casarse con su novio y principal financiador de su recorrido en el mundo de la belleza, el narcotrafiante Jairo Durán, alias ‘el Mico’, quien poco tiempo después fue asesinado. En 2008 Juliana Sosa Toro participó en el Reinado Nacional del Turismo representando a Medellín. Sosa Toro, quien era una reconocida modelo en la capital paisa, fue la compañera sentimental del capo del narcotráfico el mexicano José Jorge Valderas Garza, alias ‘J.J’. La pareja fue capturada en una lujosa casa de campo a las afueras de Ciudad de México.

Natalie Ackerman

Con ‘Jabón’ y ‘Perafán’

La señorita Vichada de 1993, Luz Adriana Ruiz, contrajo matrimonio con el extraditado narcotraficante colombiano Justo Pastor Perafán Ruiz fue una de sus socias para la creación de varias empresas en todo el país. Natalie Ackerman, actriz y modelo, también fue relacionada por presuntos nexos con Wílber Varela, alias ´Jabón´. Ackerman fue Señorita Atlántico en 2000 y seis años más tarde representó a Alemania en el concurso de Miss Universo.

Sandra Murcia

Las de ‘Don Efra’  
Sandra Murcia tenía apenas 17 años y cursaba 10º grado cuando saltó a las pasarelas. Ganó concursos como Miss Juventud Colombia, Modelo Ford, Modelo Latina Colombiana, Latin Model. Luego de separarse de un millonario árabe, conoció a Efraín Antonio Hernández, Don Efra, uno de los fundadores y hombres más ricos del Cartel del Norte del Valle. El cuento de hadas terminó a los ocho meses y se dice que Don Efra la echó del lujoso apartamento de Bogotá, cansado de los excesos de su esposa. Pero ella decidió seguir el negocio por su cuenta y en 1996 la capturaron en París por ingresar 7,4 kilos de cocaína. 

Marcela Serrano

Marcela Serrano, del Valle, representó a Guainía y se casó con Don Efra, en 1994 luego de su separación con Sandra. A la muerte de su marido, la exreina quedó con parte de la cuantiosa fortuna del narcotraficante y precisamente por eso fue capturada en marzo de 1999 en Colombia, acusada de testaferrato y enriquecimiento ilícito. Se casó con Cristian Sale acusado en Italia de pertenecer a la mafia Ndrangueta y nexos con Salvatore Mancuso en Colombia. Antes de la separación, ella le alcanzó a arrendar a su suegro un local en Unicentro que había heredado de Don Efra.  

Modelo de influencia en Cali

Sandra Muñoz

Cuando era niña, Sandra Muñoz vendía dulces y revistas frente a la Catedral de Manizales. Con su belleza logró llegar a Bogotá y en Padres e Hijos le abrieron las puertas. Mientras buscaba el éxito como modelo y actriz conoció a Luis Reynaldo Murcia Sierra, alias ‘Doctor Martelo’, jefe del Cartel del Bogotá, y se hicieron novios. Al terminar ese noviazgo, en 1998, una amiga en Cali le presentó a otro hombre con el que se casó, al parecer también vinculado con el narcotráfico. Se trataba de Nelson Julián Cabrera, asesinado en abril de 1999, junto con su hermano y otro hombre, en la entrada de un gimnasio del sur de la ciudad. Su voluptuosa figura, que años atrás le valió el título de la mejor cola del país, le abrió otra vez las puertas de la fama.  

Asesinada en Pradera (Valle)

En 2009 la bella Liliana Lozano fue encontrada muerta junto a Fabio Vargas, hermano del narcotraficante Leónidas Vargas, a las afueras de Pradera. Antes de convertirse en actriz de televisión, Lozano fue coronada Reina Nacional del Bambuco en 1996. Actuó en varias telenovelas y seriados entre los que se cuenta la exitosa ´Pasión de Gavilanes´.

Angie Sanclemente

La Reclutadora de modelos      
Angie Sanclemente Valencia fue calificada por medios internacionales como la ‘reina de la coca’, figura más bien como una reclutadora de mujeres lindas que llevaban en sus equipajes cocaína. El apelativo hace más alusión a su pasado como Reina Nacional del Café en el año 2000, cetro que le fue arrebatado 48 horas después al descubrirse que era una mujer casada. De origen humilde, pasó por concursos como Chica Med, Niña Bogotá, el Rostro Más Lindo, Miss Tanga. Pero después del fugaz reinado, se fue para México donde se ennovió con un narco conocido como el ‘Monstruo’. En 2010 fue capturada y condenada a finales del año pasado a seis años y ocho meses de cárcel en Buenos Aires.