Durante la gerencia
de nuestro país por parte de Juan Manuel Santos se ha dado un hecho que sin
duda alguna deja muchos precedentes a la hora de hacer política. Se trata de la
entrega de viviendas gratuitas a las personas más pobres, pero para lo que
hablaré en esta columna me referiré específicamente al caso de
Cali.
Lamentablemente
nuestro país posee grandes dificultades en diferentes aspectos, y la ciudad no
es ajena a ello, pero lo cierto es que esta solución de uno de ellos, aunque es
un gran avance, no logra el objetivo principal. A lo que me refiero es que no
tiene caso que le entreguen viviendas gratuitas a las personas, cuando no hay
un acompañamiento tanto social, como de educación, seguridad y demás. Para ser más
concretos me referiré a la Comuna 15 y la 21, donde se han hecho este tipo de
entregas. El primer caso es en el sector de Potrero Grande; en este barrio
fueron entregadas viviendas a familias desplazadas, desmovilizados y demás y
aunque se hizo algo de acompañamiento, no fue suficiente, pues en esta comuna
en el 2013 se registraron por ejemplo 126 homicidios, sin hablar de riñas y
demás. No basta solo con entregar viviendas y ya, pues según la Fundación Ideas
para la Paz, en los barrios Calimío, Potrero Grande y Pízamos se han conformado
pandillas integradas por desplazados de diferentes lugares y si no hay
acompañamiento generan terror en la comunidad y generan de nuevo desplazamiento.
Ahora vámonos a la
reciente entrega de Llano Verde, donde está empezando a ocurrir algo parecido.
Hace pocos días fue encontrado un cuerpo desmembrado de un hombre y a esto se
le suma las denuncias de varias personas que afirman que prefieren devolver sus
casas y no estar en peligro, pues el barrio está muy inseguro. Y es que no es
por estigmatizar la zona, pues esta situación de acompañamiento debería saberlo
el Alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero, ya que en la ciudad en el 2011 se
registró una tasa de 82 homicidios por cada cien mil habitantes, lo que la ubica
en el nivel más alto entre las ciudades más grandes del país. Aunque sabemos
que esto va más allá de cualquier situación, pues la Fundación anteriormente
mencionada en su investigación dice que al menos 100 de los 354 homicidios
ocurridos entre enero y marzo de 2010 en Cali fueron motivados por una campaña
de exterminio que el cartel de los hermanos Calle Serna, Los Comba, inició
contra otras organizaciones que manejan pequeñas rutas de narcotráfico en el
Pacífico colombiano.
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