Cuando vemos jugar a los niños, recordamos viejos tiempos. Esos momentos en los que el escondite fue uno de los mejores juegos; la lleva, con la que terminábamos cansados de tanto correr persiguiendo al otro y a no dejársela pegar; policías y ladrones, donde continuamente cambiábamos de roll. Y Muchos otros juegos con la que hacíamos muchos amigos.
Si nos ponemos a observar a los niños de la post-modernidad, vemos que la tecnología a hecho que todos estos juegos se pierdan, cambiando los juegos de ronda con la que muchos de nosotros nos divertíamos, por juegos electrónicos como el x- boss, el play station, el computador, entre otros.
Si nos ponemos a observar a los niños de la post-modernidad, vemos que la tecnología a hecho que todos estos juegos se pierdan, cambiando los juegos de ronda con la que muchos de nosotros nos divertíamos, por juegos electrónicos como el x- boss, el play station, el computador, entre otros.
En un futuro, nos encontraremos con que nuestros nietos o hijos, ya no salgan a la calle por quedarse jugando estos juegos electrónicos, enviciándose cada vez más sin quererlo, donde su comida, almuerzo y desayuno diario sea el juego.
Debemos controlar a nuestros niños, tal vez premiándolo con 2 horas de juegos diarias por su buen comportamiento, pero no dejando que se el juego controle sus vidas.